Para una adecuada gestión en restauración es oportuno tener en cuenta la importancia del interiorismo de tu negocio para que sume a la estrategia de marketing. Los clientes buscan experiencias y poner el acento en los espacios te ayudará a ser más eficiente
En la restauración actual influyen tres elementos a partes iguales: la cocina, el servicio y el lugar. Todo forma parte de una experiencia que tiene como objetivo atrapar al cliente. Por esta razón, el interiorismo se ha convertido en un aliado perfecto en la gestión de restaurantes y ocupa un lugar destacado en la formación de quienes desean emprender en hostelería.
Como han señalado consultores especializados, el interiorismo actual viene determinado por un nuevo concepto aplicado específicamente para negocios de restauración y se ha posicionado como una herramienta indispensable que se pone al servicio de la estrategia de marketing de cualquier establecimiento de hostelería. Por eso es importante que se pueda valorar todo lo que un buen interiorista es capaz de realizar para que tu restaurante sea un referente.
Contratar a un buen interiorista podrá ayudarte a crear un espacio sorprendente donde las experiencias sean inolvidables. Los clientes te recordarán por tu comida y por tu servicio, pero también por las sensaciones que percibieron del lugar en el que se encontraban. La belleza genera comodidad, armonía, activa las emociones y colaboran en crear recuerdos agradables.
Los interioristas de restaurantes también conocen la fórmula para combinar a la perfección distintos ambientes que te permitan rentabilizar al máximo tu negocio: restaurante + club + terraza. Un mix que en las grandes capitales está creando furor, ya que permite a los clientes una experiencia completa desde la copa de media tarde o el café hasta la madrugada. Por último, en el diseño de un negocio de restauración es fundamental tener en cuenta la posibilidad de la terraza. ‘Sacar’ el negocio a la calle, poner toda tu identidad, tu marca, al alcance de todas las personas que la vean. También aumenta la rentabilidad por el número de servicios disponibles.
Las claves del interiorismo
Una vez que está claro que el interiorismo en restauración debe ser un aliado perfecto para hacer de nuestro restaurante un lugar de encuentro y de experiencias inolvidables, es fundamental conocer las 4 claves del interiorismo en la gestión de restaurantes. Además de dejarse aconsejar por un profesional, lo más importante es tener claro el concepto que vamos a desarrollar y el objetivo al que nos vamos a dirigir. No es lo mismo desarrollar un concepto para un restaurante de comida tradicional que la decoración de un restaurante japonés. También será esencial los tipos de servicios que se ofertarán en el local: ¿habrá música en directo o espectáculos? ¿Es solo para comidas o también se sirven sobremesas o copas? A continuación se cuentan las 4 claves del interiorismo:
Público objetivo
El proyecto de decoración de interiores es una parte esencial de la estrategia de marketing de cualquier negocio de restauración y hostelería. Por esta razón es fundamental definir el target o público objetivo al que se dirige nuestro negocio. No es lo mismo un bar de copas orientado a personas jóvenes que un lounge bar enfocado a personas de mediana edad para encuentros afterwork. Es fundamental ubicar cada negocio en su contexto y en el entorno de la clientela que se sentirá identificada con él. A este respecto, la autoubicación del público objetivo -económica y culturalmente- podrán determinar la inversión necesaria para afrontar un proyecto de interiorismo, así como la calidad de los materiales y el diseño de los espacios.
Uso y funcionalidad
Es tremendamente importante determinar el tipo de servicios que se van a ofrecer en nuestro local. ¿Necesitaremos un espacio para música en directo? ¿Buscamos una alta rotación en mesas y por eso pondremos mesas altar o queremos que la gente se quede mucho tiempo, para lo que se necesitan asientos cómodos? ¿Vamos a servir en barra o solo en mesa? Los negocios de restauración deben estar orientados hacia un servicio dinámico y fluido, que busquen la optimización de los elementos. A este respecto, será fundamental diferenciar las distintas zonas de trabajo y de paso, almacenaje, servicios, etc. Cada negocio necesita su propia distribución, aprovechando la máxima rentabilidad del local y respondiendo a la idea que el cliente va a tener de ese negocio.
Iluminación y climatización
La luz y la temperatura son dos aspectos que influyen directamente sobre el bienestar de los clientes. Asegurar una buena ambientación va a determinar el proyecto de interiorismo y harán de nuestro negocio un lugar agradable y confortable. Serán tenidas en cuenta las tipologías de lámparas que se van usar, la ubicación o los niveles de iluminación que se recomiendan. También se va a considera la capacidad de climatizar el local, filtrar los olores inadecuados y mantener un ambiente agradable para permanecer allí. Los ambientes tenues y cálidos invitan al recogimiento, al sosiego, a la calma, mientras que los ambientes más iluminados o fríos invitan a la actividad, al movimientos. Esto también influye sobre los tonos de conversación y la comunicación entre los clientes.
Imagen corporativa
Por último, el diseño de interiores de cualquier restaurante debe desprender la propia marca, representarla y hablar de ella. La decoración de un restaurante de comida rápida será opuesta a una casa de comidas que desea transmitir reposo y coherencia con su concepto de slowfood. Afianzar la marca y hacerla coherente con el local será un reto que todos los emprendedores deben asumir. Es necesario evitar por todos los medios la incoherencia entre la imagen corporativa y la decoración interior del local. Tampoco es aconsejable crear una desconexión entre el concepto y el diseño. Todo, siempre, para favorecer las ventas.