El desarrollo de marca es un pilar esencial para poner en marcha un negocio de restauración. El branding es mucho más que el nombre del restaurante: es necesario contar la historia que hay detrás y que todo en el negocio sea coherente
El branding en la gestión de restaurantes se ha convertido en un elemento clave orientado a mejorar la rentabilidad de cualquier negocio de hostelería. Ya no es solo la importancia de encontrar el nombre adecuado para tu restaurante. Se trata de construir una marca sólida, que resista al paso del tiempo y que sea atractiva para los clientes. Realizado adecuadamente, el branding o desarrollo de marca se sumará a tu estrategia de negocio para contribuir a la rentabilidad de tu restaurante.
La marca de tu restaurante será la suma de sentimientos y experiencias de los clientes. En eso influye el nombre, el eslogan, los colores, estilo culinario, el tipo de alimentación ofertada, la decoración del local, etc. Por tanto, la marca debe ser entendida como un aspecto psicológico que se evidencia a través de elementos estéticos que hablan de tu restaurante. La limpieza del baño, el servicio de los camareros, la amabilidad del personal, la temperatura o el ruido del local influirán en tu marca. Sin embargo, la marca comienza por la apariencia en todos sus sentidos.
¿Qué es el branding gastronómico?
Algunos profesionales del sector definen el branding gastronómico como el desarrollo de una marca para comidas. Fundamentalmente, el branding para restaurantes constituye la distinción de un negocio frente a su competencia. Por ejemplo, la diferencia entre dos restaurantes de hamburguesas será la forma en la que se presenta el servicio y los productos. En resumen, ambos venden hamburguesas. Por esto, el branding consiste en resaltar aquello que hace original a tu negocio o a tus productos con respecto al resto de competidores del sector.
Hay algo que no es posible perder de vista: la importancia del branding en la gestión de restaurantes. El branding se integrará en la estrategia de marketing de tu restaurante y en ella habrá que considerar los siguientes aspectos:
- UX o la experiencia de cliente: es el mayor exponente del branding, cuando todos los elementos se alinean para ofrecer una experiencia envolvente.
- Trabajadores, los primeros prescriptores de tu negocio. La atención al cliente y el servicio hablan de la propia marca. Por eso es fundamental escoger la uniformidad de los trabajadores, crear protocolos de servicios y estar a disposición del cliente durante todo el proceso.
- La comunicación: desde el rótulo de la calle a la carta, pasando por la página web, las redes sociales o la aparición en medios de comunicación. Lo que eres capaz de contar de ti mismo o lo que otros son capaces de decir es fundamental.
- El local es tu casa: el color de las paredes, la música que se escucha, el olor, la limpieza o los servicios extras, como un fotomatón en el baño. Cada detalle te ayudará a diferenciarte de la competencia.
Las tres claves del branding en la gestión de restaurantes
En definitiva, el branding es un conjunto de elementos que te ayudarán a hacer tu restaurante único dentro de un sector muy competitivo y que no solo se sostiene sobre una pata. Habrás de tener en cuenta múltiples factores que afectarán a tu marca, a cómo te ven otros desde fuera, a saber qué transmites, cómo estás posicionado y qué sensaciones genera tu negocio.
Sin embargo, sí que hay tres aspectos que siempre deberás tener en cuenta al abordar tu branding dentro de la estrategia de marketing. Esos tres factores son los que harán que tu marca despegue y se consolide como un referente. Aunque parezca poco relevante, todos tenemos una imagen hacia el exterior. Los negocios, también. Lo que otros conocen de ti, lo que otros piensan de ti, lo que otros sienten cuando están contigo. Los restaurantes también suscitan estas emociones porque, en definitiva, los restaurantes son lugares donde se producen emociones y la comida, además, está relacionada con la parte más emocional de las personas.
El primero de esos factores es la coherencia. Una buena gestión de branding será capaz de dotar coherencia a todos los elementos que se han citado en el apartado anterior. Es decir, todos los elementos que hablan de tu negocio deben hacerlo en la misma dirección. Por ejemplo, no sería coherente decir que tienes las mejores hamburguesas del lugar y no usar productos de primera calidad. La coherencia confiere credibilidad.
El segundo aspecto es ir más allá de la oferta gastronómica. Puedes tener un producto magnífico o unos platos de gran calidad. Sin embargo, si nadie te conoce, si nadie es capaz de diferenciarte entre tanta oferta, ¿cómo conseguirás vender? Tener una buena oferta gastronómica es importante. La comida debe estar buena y el producto debe ser de calidad. Pero que te conozcan también es importante.
Por último, buscar la diferenciación. A veces, el cómo de algo es más importante que el qué. Bares hay muchos, restaurantes, más. Sin embargo, lo que hace único a cada uno de ellos es su propia personalidad. Su marca.
